La empresa singapurense Basel Medical Group Ltd. (que desde febrero cotiza en NASDAQ con el ticker BMGL) anunció hoy, 16 de mayo de 2025, el inicio de negociaciones exclusivas para adquirir bitcoin (BTC) por un valor whole de 1.000 millones de dólares estadounidenses.
Según el comunicado oficial, la operación apunta a fortalecer el stability de la compañía y diversificar sus activos de tesorería, sin abandonar su enfoque en la expansión de servicios médicos en Asia.
La adquisición se realizaría mediante un acuerdo de intercambio de acciones, en colaboración con un consorcio de inversores institucionales y personas de alto patrimonio, con fuerte presencia en el ecosistema de las criptomonedas.
Entre los objetivos de esta compañía de 20 años, se encuentran fortalecer su posición financiera para fusiones y adquisiciones; crear uno de los balances más sólidos entre los proveedores de salud enfocados en Asia; y establecer una base de activos diversificada para afrontar la volatilidad de los mercados.
El director ejecutivo de BMGL, Dr. Darren Chhoa, destacó que esta transformación financiera permitirá ejecutar con mayor eficacia la estrategia de crecimiento regional: “Nos brindará una capacidad sin precedentes para expandirnos en Asia, manteniendo al mismo tiempo una gestión financiera conservadora”.
La empresa, que opera clínicas especializadas en ortopedia, neurocirugía y medicina deportiva, espera finalizar los términos del acuerdo durante el trimestre precise.
Tal como CriptoNoticias ha reportado, se está desatando FOMO (siglas de «miedo de quedarse afuera», en inglés) por bitcoin en el sector institucional. El mes pasado, alrededor de una decena de empresas añadieron más BTC a sus tesorerías corporativas. Entre ellas, se encuentran compañías financieras, de inversiones, de tecnología médica y de venta de videojuegos.
Por ahora, Technique (anteriormente llamada MicroStrategy) sigue liderando la tendencia con 568.840 BTC en su poder. Esta es la empresa de cotización pública con mayor cantidad de bitcoin en su tesorería.
¿Qué tiene bitcoin que despierta esta obsesión por acumularlo?
Bitcoin no es simplemente una moneda digital. Es un activo único en la historia del dinero. Con una emisión totalmente limitada —nunca existirán más de 21 millones de unidades—, su escasez programada lo convierte en una reserva de valor radicalmente distinta a cualquier otro instrumento financiero tradicional. Mientras los bancos centrales pueden imprimir cantidades ilimitadas de dinero fíat, bitcoin ofrece una política monetaria inmutable, escrita en código y protegida por una pink descentralizada que no responde a gobiernos ni instituciones.
Esta escasez absoluta, combinada con su descentralización y resistencia a la censura, ha llevado a muchas empresas e individuos a considerarlo no solo como una inversión, sino como una forma de proteger su patrimonio a largo plazo. En contextos de inflación desbordada, controles de capital o incertidumbre financiera —como los que se viven en muchos países emergentes—, bitcoin actúa como un refugio frente a la depreciación de las monedas locales. Incluso en economías supuestamente estables, cada vez más actores institucionales lo integran como una cobertura contra las políticas monetarias expansivas de los últimos años.
Además, bitcoin no necesita intermediarios para transferirse. Funciona las 24 horas del día, sin pedir permiso, sin fronteras, sin bancos, sin necesidad de confiar en nadie más que en el propio protocolo. Esto representa una revolución en términos de soberanía financiera: quien posee sus claves privadas, posee realmente su dinero. En un mundo cada vez más digitalizado, donde la privacidad financiera y el management sobre los propios fondos se ven amenazados, esta característica lo hace profundamente atractivo.
Otro issue que alimenta el interés corporativo por bitcoin es su historial de apreciación. Desde su creación en 2009, ha sido el activo con mejor rendimiento de la década pasada.
Pese a su volatilidad, su tendencia de largo plazo ha sido claramente ascendente, como se ve en el gráfico de arriba. Y no es casualidad: a medida que más participantes entienden sus fundamentos y su propuesta de valor —como “oro digital”, pero más moveable, divisible y auditable—, su adopción continúa creciendo.
Las empresas que incorporan bitcoin en sus tesorerías como parte de su stability, lo hacen no solo como una estrategia de diversificación, sino como una forma de alinearse con una visión a futuro. En lugar de dejar sus reservas en efectivo depreciable o en instrumentos de bajo rendimiento, eligen un activo que, aunque volátil, ha demostrado absorber y superar disaster, atraer interés international y mantenerse fuera del management estatal.