El recién asumido presidente de Corea del Sur, Lee Jae-myung, ha tomado medidas concretas para fomentar que las empresas nacionales emitan sus propias stablecoins.
Bajo el liderazgo de Lee, el partido gobernante ha presentado el «Digital Asset Primary Act», un proyecto de ley diseñado para aumentar la transparencia y fomentar la competencia en el sector de las criptomonedas. La propuesta establece que las empresas podrán emitir stablecoins siempre que cumplan con un requisito de capital mínimo de 500 millones de wones (aproximadamente USD 368.000, a partir de datos de TradingView) y aseguren el reembolso a través de reservas.
Sin embargo, la iniciativa ha encontrado resistencia por parte del Banco de Corea (BOK). Su gobernador, Rhee Chang-yong, expresó preocupación por el impacto que las stablecoins emitidas por entidades no bancarias podrían tener en la política monetaria del país. En consecuencia, Rhee propuso que el banco central sea quien lidere la regulación de una stablecoin vinculada al gained coreano.
Las monedas estables, criptoactivos cuyo valor suele estar anclado al dólar estadounidense, están experimentando un auge significativo a nivel world, impulsado por la progresiva aparición de marcos regulatorios. En Estados Unidos, el Senado está próximo a votar una legislación clave sobre stablecoins, conocida como la ley GENIUS.
El interés por las stablecoins no solo es native, sino también world. Como reportó CriptoNoticias, grandes bancos como Deutsche Financial institution están ahora mismo explorando su emisión.
Según informes de medios internacionales, el comercio de stablecoins como USDT, USDC y USDS está experimentando un fuerte crecimiento en Corea del Sur. Durante el primer trimestre del año, las transacciones de estas criptomonedas en cinco plataformas locales alcanzaron la significativa cifra de 57 billones de wones (aproximadamente 41.78 mil millones de USD, partiendo de datos de Traingview).
El auge de los criptoactivos en Corea del Sur está generando un impacto que va más allá del sector financiero, alcanzando incluso a la industria del entretenimiento. Un claro ejemplo de esto es la reciente incursión de Okay Wave Media (KWM), una empresa surcoreana cotizada en el Nasdaq y reconocida por su influencia en el Okay-pop, en el ecosistema de activos digitales.
Así, KWM reveló un ambicioso plan de financiación de 500 millones de dólares, con el propósito de diversificar su economía. Si bien la iniciativa se centra en bitcoin (BTC) como activo de reserva, inspirándose en modelos exitosos como el de Metaplanet en Japón, su trascendencia podría sentar un precedente importante para que empresas del ámbito cultural consideren la emisión de stablecoins en el futuro, alineándose con los requisitos de capital mínimo establecidos por la nueva ley, en caso de que esta sea finalmente aprobada.