En medio de la disaster energética que atraviesa Bolivia y la consecuente escasez de flamable, la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) está decidida a usar criptomonedas para pagar flamable importado. La medida busca enfrentar la falta de dólares que limita las importaciones.
Una fuente de la empresa reveló a la agencia Reuters que se puso en marcha un sistema para emplear criptoactivos en la compra de flamable en el exterior. “A partir de ahora, estas transacciones (de criptomonedas) se llevarán a cabo”, afirmó la fuente.
El nuevo sistema de compras fue diseñado para respaldar los subsidios nacionales a los combustibles en Bolivia, según detalló la misma fuente. Esto responde a la escasez de divisas que afecta al país.
Aunque las primeras negociaciones de flamable pagado con criptomonedas aún no se han concretado, el comercio es inminente. El plan se activará tras la aprobación del gobierno de Luis Arce para utilizar activos digitales y satisfacer la demanda interna.
Bolivia enfrenta una fuerte disaster energética que ha generado colas por flamable en varias regiones. Al mismo tiempo, las reservas de divisas han caído tras años de disminución en las exportaciones de fuel pure.
Reportes de la agencia EFE señalan que las personas han esperado horas en filas de varias cuadras para llenar los tanques de sus vehículos. Muchas gasolineras han cerrado, mientras otras venden flamable de manera limitada.
Esta situación ha afectado el suministro en vehículos de transporte público y maquinaria pesada. Servicios como la recolección de basura y el levantamiento de escombros también se han visto impactados.
El gobierno reconoce que no tiene dólares
El martes 11 de marzo, el gobierno de Luis Arce reconoció que no puede importar suficiente diésel y gasolina para cubrir la demanda native. La falta de dólares es el principal obstáculo.
El ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, explicó a la prensa native que la oposición en la Asamblea Legislativa Plurinacional bloqueó créditos externos. Esto ha dejado al gobierno sin liquidez suficiente en divisas para importar flamable. El monto retenido asciende a 1.228 millones de dólares en 14 créditos, destinados a proyectos específicos como carreteras y planes de agua, no de libre disponibilidad.
“Al tener cerrada esa vía de divisas, tenemos una situación que no nos permite realizar la adquisición de acuerdo a la demanda”, afirmó Gallardo.
A pesar de esta admisión, YPFB sostiene que Bolivia tiene la gasolina más económica de Latinoamérica. En una nota de prensa publicada el domingo en su sitio net, la estatal indicó que “los precios están por debajo de los vigentes en los mercados de la región”. Danny Roca Jiménez, gerente de Planificación Corporativa de YPFB, fue quien firmó esa declaración.
El uso de criptomonedas para pagar flamable en el extranjero llega en un momento en que Bolivia se ha abierto completamente a los activos digitales. El año pasado, CriptoNoticias reportó que el presidente Luis Arce anunció la implementación de una pasarela de pagos con criptoactivos, enfocada en stablecoins, para aliviar la escasez de dólares.
“Con esta medida se dinamizará el flujo de divisas hacia el país, así como el fortalecimiento del sistema de pagos para compras en el exterior, beneficiando a los usuarios que realizan transacciones con divisas a nivel internacional”, dijo Arce en agosto de 2024.
Asimismo, el Banco Central de Bolivia levantó a mediados del año pasado una prohibición que pesaba sobre las criptomonedas. Desde entonces, más de 250.000 bolivianos se han convertido en poseedores de criptoactivos. En cuatro meses, las transacciones superaron los 75 millones de dólares, según reportó este medio.
Además, bancos locales han lanzado servicios con USD Tether (USDT), la stablecoin más grande del mundo, tras esta apertura. Incluso diputados como Mariela Baldivieso han señalado que están “aplacando una disaster económica gracias a bitcoin”.
La disaster energética y la escasez de divisas han puesto al gobierno en una posición crítica y la decisión de recurrir a criptomonedas refleja un cambio en la estrategia económica. Bolivia busca alternativas ante la falta de acceso a financiamiento externo tradicional. Por ello, la implementación del sistema de YPFB podría marcar un precedente en la región.
Mientras tanto, la disaster energética persiste. Las reservas de divisas no dan señales de recuperación inmediata y la dependencia de subsidios al flamable sigue siendo un desafío para el gobierno de Arce. Así, la apuesta por las criptomonedas podría ser un paso decisivo o un riesgo en un contexto de incertidumbre.