La Oficina del Contralor de la Moneda (OCC, por sus siglas en inglés) emitió este viernes, 7 de marzo, una declaración que reafirma y amplía la autoridad de los bancos de EE. UU. para participar en actividades relacionadas con criptomonedas.
De acuerdo con la carta de la OCC, los bancos nacionales y las asociaciones federales de ahorro tienen permitidas “la custodia de criptoactivos, ciertas actividades relacionadas con stablecoins y la participación en redes de contabilidad distribuida”. Esto, siempre que cumplan con las normativas de seguridad y estabilidad financiera.
La publicación también informa la eliminación del requisito de «no objeción supervisora», una barrera que anteriormente obligaba a los bancos a obtener aprobación explícita de la OCC antes de adentrarse en actividades relacionadas con criptomonedas. Además, la agencia retiró su respaldo a declaraciones previas que destacaban los riesgos asociados con dichas actividades.
Al respecto, Rodney Hood (el contralor en funciones) comentó que “la OCC espera que los bancos apliquen estrategias férreas de management de riesgos al apoyar actividades bancarias novedosas, del mismo modo en que lo hacen con las tradicionales”.
La acción de hoy achicará la barrera de los bancos para participar en actividades relacionadas con criptomonedas y se asegura de que estas actividades de los bancos sean atendidas consistentemente por la OCC, independientemente de la tecnología subyacente. Seguiré trabajando diligentemente para certificar que las regulaciones sean efectivas y no excesivas, mientras mantenemos un sistema bancario federal fuerte.
Rodney Hood, contralor de la moneda.
Este anuncio llega en un momento de creciente interés por las criptomonedas en el mundo y, especialmente, en Estados Unidos, tras la firma del presidente Donald Trump de una orden ejecutiva para la creación de una reserva estratégica de bitcoin, tal como reportó CriptoNoticias esta semana.
La ratificación de esta perspectiva por parte de la OCC también deja ver una clara intención de dejar atrás de manera definitiva la que fue conocida como Operación Chokepoint 2.0, que consistió en limitar la relación de los bancos e instituciones financieras tradicionales con bitcoin y las criptomonedas.
La operación se dio a conocer principalmente a través de una combinación de informes de la industria, revelaciones de documentos oficiales y la presión de figuras públicas y medios de comunicación.
A medida que los bancos comienzan a explorar estas nuevas oportunidades, el anuncio de la OCC no solo redefine el alcance de sus operaciones, sino que también envía un mensaje claro: las criptomonedas ya no son un experimento marginal, sino una parte integral del futuro financiero. Queda por verse cómo las instituciones aprovecharán esta autorización y qué impacto tendrá en la economía world en los próximos años.